34 cosas que visitar en el pirineo aragonés para vivirlo como quieras

El pirineo aragonés es una joya natural que hay que visitar con calma, disfrutando lo máximo posible de todos los detalles.

Porque merece la pena cada uno de ellos, sí. Muuuucho.

Sus más de 400 km de longitud abarcan increíbles montañas, cascadas cristalinas, naturaleza salvaje y pueblos con encanto.

Vamos, un pequeño paraíso en el que perderse disfrutando de paisajes fascinantes, rutas de senderismo, barrancos y acantilados, historias y leyendas.

Y es que esta zona de la península esconde tantísimos tesoros entre sus parajes que, cuando quieras descubrirla, no sabrás por dónde empezar.

Pero no te preocupes, que para eso estamos nosotros.

Valle de Ordesa y monte perdido huesca

Si quieres saber qué visitar en el pirineo aragonés, te traemos un recopilatorio con nuestros sitios favoritos.

Empezamos la selección con un total de 22 lugares que ver en el Pirineo aragonés —un batiburrillo de rincones naturales, ciudades y pueblecitos que probablemente te suenen, pero que son visita obligatoria si quieres empaparte de la esencia de la zona—.

Para cerrar el post, queremos regalarte nuestros 12 sitios favoritos menos conocidos… pero no por ello menos impactantes, ojo.

Queremos hacer de tu escapada al pirineo aragonés una experiencia mágica.

Venga, coge papel y boli y prepárate para descubrir nuestros 22 + 12 cosas imprescindibles que ver en el pirineo aragonés.

¿Empezamos?

Qué ver en el pirineo aragonés: los indispensables

Rutas de montaña, escalada y barranquismo, pueblos llenos de historia, gastronomía auténtica, parajes naturales que quitan el hipo…

El pirineo aragonés es un regalo para todos los sentidos de todo tipo de público.

Disfrútalo como quieras: haciendo senderismo, paseando por las callejuelas de sus municipios, bañándote en sus aguas cristalinas, escalando alguno de sus picos… Las opciones son infinitas.

Por eso, para ayudarte a decidir qué visitar en el pirineo aragonés, hemos escogido un poquito de cada, así tienes opciones de sobra.

Además, te traemos todo bien categorizado, para que te sea más fácil todavía.

De nada.

10 rincones naturales impresionantes que ver en el pirineo aragonés

Si quieres aprovechar las vacaciones para escapar de la ciudad, desconectar y respirar aire puro, enhorabuena: estás en el sitio adecuado.

El pirineo aragonés está compuesto por un conjunto de valles y parques naturales que harán que, cuando te sumerjas en ellos, sientas que estás en otro planeta.

Sus paisajes despampanantes, su flora y la fauna, sus rutas de montaña y sus pueblecitos salpicados a lo largo de todo el territorio te conquistarán. Palabrita.

Apaga el móvil, prepara el mapa y ponte las botas, que nos vamos.

#1 Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Ordesa monte perdido cascada

El parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los lugares más populares que visitar en el pirineo aragonés, pero es que el espacio lo merece.

Patrimonio Mundial de la Unesco, este parque congrega cuatro valles —Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta— que abrazan con dulzura al imponente Monte Perdido, y que ofrecen ascensiones, rutas y aventuras para toda la familia.

Descubre la fuerza del agua en el valle de Ordesa con la cascada de Cola de Caballo, la de la Cueva o las Gradas de Soaso; disfruta de una fantástica panorámica del cañón de Añisclo; sumérgete en los senderos del valle de Pineta y déjate deslumbrar por la singular belleza de las gargantas de Escuain.

Este parque es un paraíso lleno de maravillas de la naturaleza que no dejará indiferente a nadie.

Al acabar el recorrido, no te olvides de recuperar fuerzas con la gastronomía típica de la zona. La sopa de ajos y las migas del pastor son algunos de sus platos estrella.

#2 Parque Nacional de la Sierra de Guara

Este parque es perfecto si te apasionan las aventuras acuáticas.

Majestuosos ríos, cascadas, piscinas naturales y barrancos surcan esta extensión montañosa. En ella abundan rutas de barranquismo para todos los niveles en sitios tan increíbles como el cañón del río Vero, el barranco de Portiacha o el de los Oscuros del Balcés.

También es un parque ideal para disfrutar de agradables paseos, ya que cuenta con una red propia de senderos con doce rutas muy bien señalizadas.

Imposible perderse.

#3 Parque Nacional de los Valles Occidentales

Bienvenido a uno de los parques más impactantes que ver en el pirineo aragonés.

Su esencia atlántica te ofrece un espectáculo para todos los sentidos con sus despampanantes panorámicas y la riqueza de su fauna.

Recorre la frondosa selva de Oza —de la que te contaremos cosas más adelante— o la curiosa senda de los Ganchos y la vía romana.

¿Prefieres los paisajes con el agua como protagonista?

Entonces, los míticos ibones de Estanes y de Acherito—dos lagos de montaña de origen glaciar— o el impresionante valle de Aguas Tuertas —una inmensa pradera verde, atravesada por un riachuelo y habitada por animales salvajes— no pueden faltar en tu ruta.

Alucina, vecina.

#4 Valle de Benasque

Valle de Benasque pirineos huesca

Empezamos nuestra ruta por los valles que ver en el pirineo aragonés con el de Benasque, en pleno corazón del territorio.

Rodeado por la mayor concentración de picos de más 3.000 metros de tooodo el pirineo, este valle alberga más de 95 lagos, 13 glaciares y un montón de cascadas que lo han convertido en un imprescindible en la lista de qué visitar en el pirineo aragonés.

Si te atreves a escalar el pico más alto de los pirineos, el famoso Aneto se esconde en este valle.

Aprovecha y disfruta de un ascenso único.

#5 Valle de Tena

Este es uno de los valles más extensos que ver en el pirineo aragonés.

Imprescindible descubrir las increíbles panorámicas de la ruta de miradores, recorrer las variadas vías ferratas y refrescarse con un buen chapuzón en los embalses de Lanuza y de Búbal.

Para visitar el valle de forma curiosa, puedes pasear por sus sendas subido en el tren de Panticosa o el de Tramacastilla.

¡Chuuu, chuuu!

Tren Panticosa Turismo Pirineos Aragon

#6 Valle de Gistaín

El valle de Gistaín —o de Chistau— destaca por tener extensos prados llenos de ganado, imponentes picos y decenas de pueblecitos de alta montaña plagados de historias y leyendas.

Un lugar mágico del pirineo aragonés en el que realizar rutas de senderismo, descubrir las tradiciones de la zona a través de los habitantes de localidades como San Juan, Gistaín o Tella—Sín y, para los más intrépidos, una oportunidad única para escalar altos picos como Posets o Cambilacha.

#7 Valle de Añisclo

Si buscas un valle que visitar en el pirineo aragonés con torrenteras, profundas gargantas e impactantes precipicios, Añisclo is the place to go.

No te pierdas el mirador de Buerba para conseguir una panorámica del valle fantástica, y prepárate para recorrer el desfiladero de las Cambras: una carretera de 9 kilómetros que atraviesa una imponente garganta para que disfrutes de un espectáculo más que salvaje.

#8 Valle de Cinca

¿Eres amante del deporte de aventura?

El valle de Cinca es perfecto para descargar adrenalina en plena naturaleza.

Zonas de escalada y barranquismo, senderismo, rutas en BTT e incluso recogida de setas y pesca son algunas de las actividades que puedes realizar en este valle que recorre las comarcas del Sobrarbe y del Somontano.

Si eres más de deportes acuáticos, en los embalses del Grado y del Mediano hay un sinfín de ofertas para todos los públicos. Y si prefieres algo más pausado, simplemente relájate con un buen chapuzón en sus gélidas aguas 😉

#9 Valle de Ara

El último valle de nuestra selección de rincones naturales que visitar en el pirineo aragonés es Ara: un sitio recóndito y aislado, pero no por ello menos impresionante.

El protagonista de este territorio de origen glaciar es el río Ara, alrededor del cual han ido surgiendo un buen puñado de pueblecitos llenos de magia como Torla, Broto, Oto y Brotaña.

Es un lugar escarpado pero está todo muy bien comunicado, por lo que es muy fácil moverse por la zona.

#10 Selva de Oza

Como te comentábamos antes, la selva de Oza forma parte del Parque Nacional de los valles Occidentales.

Este paraíso de la naturaleza rodeado de picos como el Peña Forca y el Punta Agüerri, además de ofrecer panorámicas increíbles, es el escenario perfecto para realizar actividades de aventura durante tooodo el año.

Senderismo, travesías y parapente en verano, y esquí y raquetas en invierno.

¡Lo tiene todo!

Si quieres descubrir la naturaleza pura de la zona, no te olvides de la selva de Oza.

Qué ciudades y municipios visitar en el pirineo aragonés

Sabemos que vienes aquí huyendo de la urbe y buscando conectar con la Pachamama, y es que gran parte de la magia del pirineo aragonés es su despampanante naturaleza.

Pero créenos, si quieres vivir una experiencia completa, no puedes dejar de lado las pequeñas ciudades y los diminutos pueblos salpicados por el territorio.

Sus historias, su peculiar arquitectura, su deliciosa gastronomía y, por supuesto, su gente, te enamorarán.

#11 Jaca

Jaca es la capital del pirineo aragonés.

Monumentos como la catedral románica del S.XI, el monasterio de las Benedictinas o el Fuerte del Capitán consiguen que recorrerla signifique disfrutar de un viaje en el tiempo.

Piérdete por sus callejuelas medievales, descubre vestigios del pasado escondidos en cada rincón, recarga las pilas con un buen tapeo en el casco antiguo y pasea por su conservada ciudadela al caer la noche.

No necesitas mucho más para empaparte de la esencia de esta ciudad oscense, aunque si te gusta el patinaje sobre hielo aquí se encuentra una de las pistas por excelencia del país.

#12 Huesca

Huesca tampoco podía faltar en nuestra selección de qué ver en el pirineo aragonés.

La capi.

La ciudad, también conocida como «la puerta de los pirineos», pasa desapercibida para muchos viajeros, pero te recomendamos que dediques un día a visitarla.

Un lugar en el que deleitarte con joyas arquitectónicas como el monasterio de San Pedro el viejo o el palacio de los reyes de Aragón; visitar reliquias históricas: la muralla del S.IX, la catedral gótica…; o respirar aire puro en parques como el de Miguel Servet, el pulmón verde de Huesca.

Monumentos, historia y naturaleza en una misma ciudad.

Monasterio San Pedro el Viejo Huesca

#13 Aínsa

Situado sobre los ríos Cinca y Ara, Aínsa es un municipio que conserva dos recintos amurallados, cinco de las siete puertas originales y gran parte de los restos del castillo.

La iglesia de Santa María —declarada monumento nacional, cuidao— y la plaza Mayor —construida entre los S.XII y S.XIII— consiguen que la estampa de esta peculiar localidad nos traslade a la época medieval.

Visitar Aínsa es como retroceder siglos atrás, pero con un móvil en el bolsillo para poder hacer fotos.

Ainsa Huesca Turismo Pirineos

#14 Benasque

Benasque es la mayor población del valle que lleva su nombre.

Un lugar indispensable que visitar en el pirineo aragonés si quieres disfrutar de una combinación única de turismo aventurero con un toque cultural.

¡Todo desde el mismo punto de partida!

Benasque ofrece un montón de rutas de senderismo, paseos en bicicleta, espacios donde practicar pesca… Pero también está lleno de grandes edificios monumentales que te contarán la historia de este municipio. El palacio de los condes de Ribagorza, la iglesia de Santa María la Mayor y la Casa Juste son algunos de ellos.

#15 Cerler

La localidad vecina de Benasque es pueblo más alto que ver en el pirineo aragonés. ¡Está a 1.540 metros!

Además de ser uno de los destinos favoritos de los apasionados del esquí, sus casas de piedra y pizarra, sus callejuelas estrechas y una rústica iglesia que data del S.XI hacen de este pequeño municipio un lugar encantador en el que desconectar unos días de la vida urbanita.

Tanto si buscas nieve como si quieres un poco de paz y relax, Cerler es un imprescindible en tu lista de qué visitar en el pirineo aragonés. Eso es así.

#16 Canfranc

Canfranc es uno de los pueblos más populares que ver en el pirineo aragonés por su impresionante estación de ferrocarril, aunque esta localidad tiene más cosas para visitar.

Su núcleo urbano histórico, que ha conservado toda la esencia de un pueblecito, es perfecto para pasear, pero Canfranc también esconde otros secretos: la peculiar ruta de los búnkeres o las curiosas casetas de bóveda son algunos de los que te esperan.

Al igual que Cerler, es un fijo de los esquiadores en invierno por sus pistas.

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#17 Torla—Ordesa

Esta localidad es la puerta al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Sumergido en el valle glaciar del río Ara, Torla—Ordesa ofrece al visitante una panorámica despampanante.

Casonas del S.XIII con escudos infanzones, fachadas de piedra, tejados de pizarra y chimeneas troncónicas —que, según dicen, se construían así para espantar a las brujas—, combinados con el imponente Monte Perdido de fondo, hacen de Torla—Ordesa uno de los paisajes más impresionantes que visitar en el pirineo aragonés.

5 pueblecitos más con muuucho encanto que no perderse en el pirineo aragonés

Sabemos que cuando buscas qué ver en el pirineo aragonés esperas encontrar lugares únicos, con pocos visitantes, auténticos.

Las localidades de las que te hemos hablado hasta ahora son indispensables, pero un pelín turísticas, cierto.

Por eso, te traemos esta selección con cinco de nuestros pueblecitos del pirineo aragonés favoritos.

Algunos son más conocidos, como Alquezar o Sallent de Gállego, aunque también hemos elegido otros menos populares pero que te cautivarán igualmente ?

Todos tienen encanto pirenaico, pero cada uno de ellos destaca por algo especial que los hace dignos de estar en este recopilatorio de cosas que visitar en el pirineo aragonés.

#18 Alquezar

Alquezar es la villa medieval más bonita de la comarca de Somontano.

Nada más llegar, contempla la espectacular estampa del pueblo con la sierra de Guara de fondo desde el mirador Sonrisa del viento. Increíble.

Vale la pena visitarla para pasear por sus estrechas calles, observar los callizos que han resistido en el tiempo, y degustar sus espléndidos vinos en la avenida principal.

Alquezar Huesca Turismo Pirineos

Llévate calzado cómodo y traje de baño, porque después de descubrir Alquezar, no te puedes perder la ruta de las pasarelas del río Vero: un recorrido desde las alturas en el que disfrutar de un paisaje natural único y, de paso, darte un bañito refrescante.

#19 Ansó

Este conjunto urbano del S.XIII se caracteriza por sus callejuelas de piedra y por conservar restos de la época medieval como la torre, la ermita de la Virgen de Puyeta y la iglesia de San Pedro.

Si buscas un pedacito de naturaleza entre su territorio, la foz de Biniés te sorprenderá: es una de las foces más bellas que visitar en el pirineo aragonés, con paredes verticales de más de 200 metros de altura.

Un pueblecito con un paisaje sobrecogedor.

#20 Hecho

Hecho es un pueblo de alta montaña que, pese a ser pequeño, tiene un museo etnológico, y otro de arte contemporáneo con una parte exclusiva dedicada a la escultura… ¡Al aire libre!

Un lugar imprescindible que ver en el pirineo aragonés para los amantes del arte.

Pasea por sus calles empedradas y fíjate, como curiosidad, en cómo hablan sus habitantes. Quizás utilicen una lengua que no te resulta habitual, y es que en Hecho algunos siguen manteniendo vivo el cheso, una variante de la lengua aragonesa.

Si tienes la oportunidad, visítalo durante sus fiestas patronales: la música y los bailes tradicionales de Hecho traspasan fronteras.

¡Ah! Y no te vayas del municipio sin relajarte en el monasterio de San Pedro de Siresa, a poco más de 2 kilómetros del centro. Vale mucho la pena.

#21 Lanuza

Esta es otra de las joyas que visitar en el pirineo aragonés.

Lanuza es un municipio con pocas calles, ya que la mayor parte del municipio está sumergido bajo las aguas de un embalse. Y eso es lo que lo hace especial.

Esta pequeña aldea resiste a las orillas de un pantano de los años 70 que, en un principio, iba a inundar todo el territorio… Pero no fue así.

El pueblo conserva la esencia de la arquitectura pirenaica. Caminar entre sus casas con enormes montañas rodeando las calles y con el inmenso embalse de fondo convierte a Lanuza en una de las cosas más bonitas que ver en el pirineo aragonés.

Un paisaje que parece sacado de un cuento.

#22 Sallent de Gállego

Otro lugar idílico para los fanáticos del esquí, porque se encuentra cerca la pista de Aramón Formigal – Panticosa, y para los que buscan relax, ya que desde el pueblo se puede llegar a pie al mítico balneario de Panticosa.

Lanuza Salent de Gallego Huesca Turismo Pirineos

Las calles de Sallent de Gállego, con su iglesia de estilo gótico del S.XVI y su puente medieval, combinadas con la mole calcárea de Foratata que rodea el municipio, regalan al visitante una panorámica im-pre-sio-nan-te.

Bonus: nuestros 12 (menos conocidos) favoritos que visitar en el pirineo aragonés

Quizás ya conocías algunos de los lugares que te hemos recomendado hasta ahora, o tal vez has descubierto alguno nuevo.

¡Ojalá!

Aun así, vamos a compartir contigo qué visitar en el pirineo aragonés si quieres salirte de lo convencional.

Y no un sitio o dos, sino 12 maravillas semidesconocidas que ver en el pirineo aragonés.

3 rincones naturales poco transitados del pirineo aragonés

Mires donde mires, el pirineo aragonés es un paraíso de naturaleza salvaje.

Ya te hemos hablado de algunos destinos esenciales, pero nos hemos dejado para el final tres valles mucho menos conocidos peeero con el mismo encanto o más que los otros que tampoco deberías perderte.

Si vienes al pirineo aragonés en temporada alta y tomas nota de estos piriconsejos nos lo agradecerás. Al tiempo.

Bonus #1: Valle de la Fueva

Atravesado por el río de la Nata, el valle de la Fueva está formado por veinticinco pueblecitos repartidos por un terreno que mantiene su frescura de tierra virgen, con un clima cálido y suave durante todo el año.

Es una zona estratégica y tranquila donde hacer campamento base para descubrir el pirineo aragonés porque, pese a no ser una de las más turísticas, está cerca de sitios emblemáticos como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de la sierra y Cañones de Guara, y el de Posets—Maladeta.

Bonus #2: Valle de Isábena

Si te apasiona la geología, este valle es un lugar imprescindible que visitar en el pirineo aragonés.

Envuelto por el macizo del Turbón, el valle de Isábena cuenta a través de rocas y fósiles la historia geológica de los últimos 65 millones de años: desde la época de los dinosaurios hasta el nacimiento del río Isábena, pasando por la era secundaria o la formación de los pirineos. Casi nada.

Sus pequeños municipios como Graus, Roda de Isábena o Capella también tienen su qué. Además del característico encanto de los pueblecitos de montaña —casas rústicas, comida deliciosa, aire puro y gente adorable—, muchos también conservan imponentes puentes medievales que cruzan los ríos y los arroyos, a través de los que podrás viajar en el tiempo.

Bonus #3: Valle de Baliera

Baliera no suele salir en las típicas listas de qué ver en el pirineo aragonés. Y eso es bueno, porque el hecho de pasar desapercibido ha conseguido que su esencia se mantenga intacta.

El valle de Baliera está lleno de rutas de senderismo que ofrecen bellísimas vistas panorámicas.

Sus municipios conservan el auténtico sabor rural, y es que las poblaciones del valle son bastante pintorescas. Sentirás que estás recorriendo la Provenza francesa, pero cambiando los campos de lavanda por amplios prados llenos de ganado.

Castarné es una de nuestras localidades del valle favoritas. De origen musulmán, este pueblo construido sobre una cima rocosa destaca por su arquitectura tradicional oscense. Vale la pena visitarlo solo por recorrer sus calles empedradas y disfrutar de unas increíbles vistas del valle de Baliera desde el mirador del Castellot.  

5 paraísos… para los amantes del barranquismo

El barranquismo es uno de los deportes de aventura más populares en el pirineo aragonés, y con razón.

El paisaje ofrece rutas para todos los niveles y gustos, así que si estás buscando cosas que hacer en el pirineo aragonés y necesitas un subidón de adrenalina, ahí van cinco propuestas para disfrutar del barranquismo en la zona.

Bonus #4: Cañones de Guara

Referente mundial del barranquismo, los cañones de Guara están calificados como unos de los más atractivos de Europa, y no es para menos.

Imponentes formaciones rocosas como Vadiello o el salto de Roldán; estrechas y profundas gargantas recorridas por los ríos Vero, Mascún, Flumen o Alcanadre entre otros, además de valles, cuevas y aguas cristalinas, crean una impresionante arquitectura natural que convierte este lugar en un espacio obligado que visitar en el pirineo aragonés si lo del barranquismo te hace tilín.

Cañones de Guara Turismo Pirineos

Bonus #5: Barranco de Trigoniero

Cerca del pueblo de Parzán encontramos un bosque de alta montaña que acoge el barranco de Trigoniero: un cañón de granito esculpido con formaciones de roca sorprendentemente suaves. El descenso es un pelín corto, pero vale la pena ?

Eso sí, si quieres disfrutar de esta experiencia al máximo, es mejor que no sea tu primer barranco, ya que la superficie es un pelín resbaladiza.

Ojito.

Bonus #6: Barranco de Viandico

Si el barranquismo es una de tus prioridades en tu lista de qué hacer en el pirineo aragonés pero es tu primera vez en este deporte, tenemos la solución.

El barranco de Viandico, en la zona de Añisclo, es ideal para la iniciación, y ofrece recorridos aptos para niños y adultos. Además, tiene saltos de hasta 8 metros y pequeños tesoros naturales como la cascada de Molino de Aso o la cueva del Moro.

Un destino perfecto para disfrutar del barranquismo en familia aunque no tengáis experiencia.

Bonus #7: Barranco las Gloces

Una garganta de unos 1000 metros de longitud, profunda y estrecha, es uno de los descensos más espectaculares de la sierra de Guara.

Los diferentes saltos y toboganes que encontrarás durante recorrido hacen que este barranco, pese a no ser muy largo, sea uno de los más entretenidos que ver en el pirineo aragonés.

Se encuentra en la cerca de Fanlo, un pueblo de montaña rodeado de pinos, robles, hayas y abetos.

Si tienes la oportunidad de visitarlo en otoño, no te pierdas el cercano bosque de la Partina del Señor: las infinitas tonalidades del espeso paisaje lo han convertido en uno de los bosques más espectaculares que ver en Europa durante esa época de año.

Bonus #8: Barranco del Hospital de Siresa

El barranco del Hospital de Siresa, en el valle de Hecho, es otra opción perfecta para iniciarse en este deporte.

Este descenso atractivo y sencillo recorre facies rocosas que simulan llamativas siluetas, creando un paisaje montañoso de lo más curioso que tiene un poquito de todo: rápeles, saltos, toboganes…

Además, su carácter abierto hace que haya muchos escapes, consiguiendo que no sea muy frío y que puedas refrescarte en sus pozas de agua azul turquesa durante el trayecto.

7 pueblos abandonados que visitar en el pirineo aragonés

En las zonas rurales, por desgracia, cada vez abundan más los pueblos abandonados. Aun así, creemos que son una visita obligatoria para entender y entrar en sinergia con la historia y la esencia de la zona.

Por eso, aquí te dejamos varias propuestas para que viajes al pasado paseando entre las ruinas de aquellos municipios que un día tuvieron vida.

Bonus #9: La senda amarilla

Esta ruta recorre los municipios abandonados de Oliván, Ainielle, Berbusa y Susín.

Cuatro pueblos deshabitados en los que destaca la belleza de los paisajes, la paz y el silencio que se respira.

La naturaleza ha invadido gran parte del territorio, pero todavía se conservan edificios del pasado como la iglesia románica de San Martín en Oliván, la torre del campanario en Berbusa o el molino reconstruido de Ainielle.

Bonus #10: Acín de la Garcipollera

Acín de la Garcipollera es otro de los pueblos abandonados que visitar en el pirineo aragonés. Muros y restos de lo que fueron sus calles empinadas se combinan con la invasión de la vida vegetal.

Aun así, su iglesia románica resiste al paso del tiempo y se puede visitar de forma relativamente segura.

Bonus #11: Escó

Como muchos municipios abandonados en la actualidad, Escó pasó de ser una localidad histórica de gran importancia hace siglos —se han encontrado nada más y nada menos que restos de época celta y romana en la zona— a ser desalojado en los sesenta para construir un pantano, cayendo así en el olvido.

Esco Huesca Turismo Pirineos

A día de hoy se pueden visitar los restos de la iglesia románica de San Miguel y la ermita reconstruida de Nuestra Señora de las Viñas. Las antiguas viviendas y otros edificios que caen con el paso del tiempo ofrecen un escenario devastador pero a su vez, de lo más interesante.

Bonus #12: Finestres

Finestres es la última propuesta de nuestra selección personal sobre qué visitar en el pirineo aragonés.

Deshabitado desde hace sesenta años, la primera impresión es desoladora. Tan solo queda en pie el campanario de la iglesia, un lavadero en desuso, algunas paredes de piedra… Y la Casa Coix: la única vivienda del pueblo que está habitada durante los meses más benévolos del año.

Pero lo que más nos gusta de Finestres es que es la puerta de acceso a un paraje natural sublime: les roques de la Vila, más conocidas como «la muralla china de Huesca».

Sí, has leído bien. Y es que esta maravilla de la naturaleza, a diferencia de la de China, se creó de forma natural como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas.

Disfruta de unas panorámicas excelentes de la muralla desde la ermita de San Vicente y de San Marcos, o bien cambia la perspectiva y descúbrela recorriendo en barca o en kayak el embalse de Canelles.

Y para visitar el pirineo aragonés…

¡Toma ya! Has llegado al final.

Y mira que era exigente el asunto, ¿eh? Que cosas para visitar en el pirineo aragonés hay mucho, y todo muy bueno.

Nosotros solo te hemos contado 34 pero oye, una vez vengas seguro que magic happens.

Ahora solo nos queda recomendarte alojamiento y actividades, que todo esto en un día… imposible.